lunes, 5 de noviembre de 2007

Bodas de Plata de la beatificación de una Santa

Hoy se cumplen las bodas de plata de la Beatificación de Santa Ángela de la Cruz. El 5 de noviembre de 1982 fue una fecha histórica para una Sevilla engalanada que se volcó con la visita del Papa Juan Pablo II.


Eran las cinco en punto de la tarde del domingo 31 de octubre cuando el Santo Padre bajaba la escalinata del avión en Barajas, donde fue recibido por los Reyes. Desde el aeropuerto hasta el Ayuntamiento de Madrid estuvo acompañado por más de un millón de personas, tantas como se dieron cita al día siguiente en las murallas de Ávila para celebrar una eucaristía que daba el cierre a los actos del cuarto centenario de la muerte de Santa Teresa. Mientras, Sevilla se preparaba para la visita del Sumo Pontífice.

El día 3 de noviembre amanecía engalanada la Giralda con banderas vaticanas y tapices de la Purísima Concepción y de Sor Ángela. El altar de Juan Laureano de Pina se levantaba en la Feria. Todo estaba preparado para el gran día, el día que Sor Ángela subió a los altares.

A las nueve menos cuarto de la mañana llegaba a Sevilla Juan Pablo II acompañado por Monseñor Amigo Vallejo. Desde que pisó nuestra ciudad, Su Santidad pudo percibir multitud de muestras de júbilo y emoción de los sevillanos que esperaron toda la noche en los lugares por los que pasaría el Papa.



El campo de la Feria se preparó para que más de medio millón de personas pudieran asistir a la ceremonia, que fue oficiada en castellano. El baldaquino, que presentaba un aspecto impresionante, recogía las imágenes de los Santos Patronos de Sevilla y, en la parte superior, aparecía un cuadro de Sor Ángela, obra de Dubé de Luque.

Estos versos de Caro Romero exponen de manera explícita los acontecimientos vividos a la vuelta de la esquina de San Juan de la Palma:

“Y vino un aire de andaluza Roma.
`Domine, fact ut videam´, Saulo dijo.
Y la calle era imán de regocijo,
un pulmón de bandera y de paloma.

Las cuatro de una tarde policroma
en un camino de Emaús prolijo.
Helicóptero, torre y crucifijo.
El pastor va de blanco por la loma.

Venía de estar con Juan y con Teresa,
purísimos caprichos de estudiante
que amó a Chopin por una polonesa.

Y sorprendido al no escuchar un grito,
no es de extrañar que el dulce caminante
con Sor Ángela hablara tan bajito”.

Un momento que quedará grabado en la memoria histórica de todos los sevillanos que vivieron el acontecimiento fue cuando el Papa acudió al Convento para postrarse ante la tumba de Sor Ángela. Aunque en un principio no estaba previsto, el Sumo Pontífice llegó a una calle Sor Ángela de la Cruz atestada de público. El vehículo que lo traía se detuvo en la puerta del Convento, donde fue recibido por toda la congregación y por el Arzobispo. Una vez dentro se vivieron unos minutos de intimidad desbordante, como puede captar la instantánea realizada por una de las Hermanas de la Cruz.

Fuente: José Javier Macías para Pasión en Sevilla

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