Los Primeros Aficionados

Quiero con este articulo rendir un homenaje a aquellos que por el año 1970 no permitieron que se perdiera la tradición de llevar los pasos con costaleros en Ciudad Real.

En los años 50 las Cofradías de Ciudad Real fueron sustituyendo las parihuelas de los pasos por chasis de coche para ponerle las ruedas y ya en los años 60 solo quedaba el paso de Pilatos portado por una cuadrilla de costaleros.

Los costaleros profesionales por aquella época estaban creando problemas en las hermandades pues ya no había casi cuadrillas y los costaleros que quedaban pedían ya cantidades económicas que no estaban a la altura, ni eran posibles esos desembolsos para las arcas de las hermandades. Este hecho se produce en los 60, el crecimiento económico que se da en España en estos años hace que muchos hombres que sacaban las cofradías por un jornal que rondaba sobre 100 pesetas para el costalero y 300 para el capataz , no hicieran ese esfuerzo por tan baja nómina.
La Hermandad toma la decisión de ponerle las ruedas al paso para evitar estos problemas que se repetían año tras año.

Y aquí es donde empieza la historia de los PRIMEROS COSTALEROS AFICIONADOS.

Al correrse la voz que a Pilatos se le iban a poner ruedas los hermanos Marcelino Abenza y José María Abenza, hijos de un antiguo Hermano Mayor de la Cofradía, Marcelino Abenza Rico, buscan entre sus amistades un grupo para ofrecerse a la hermandad para sacar el paso de forma desinteresada y sin ninguna retribución. El grupo de jóvenes, que no llegaban a la treintena de años, estaba formado en su mayoría estudiantes y nada se parecían al perfil de costalero antiguo.
La hermandad no muy conforme con esta propuesta realiza varias reuniones con los hermanos Abenza y al final gracias a la intermediacion de D. Cecilio López Pastor entre estos y el Hermano Mayor Vicente Castillo Serrano que no estaba muy convencido. Aun así se contrato a la cuadrilla profesional que esperaba en la Plaza del Carmen para hacer el relevo, pero estos jóvenes no permitieron que entraran, terminando la procesión ellos solos y de manera mucho mas digna y acompasada que los profesionales.

Hicieron tres ensayos, pero fue en el último el Miércoles Santo cuando salieron a la calle con el paso cuando se dieron cuenta de que podían hacerlo, que no era tan complicado como parecía.

El Jueves Santo del 1970, casi sin saberlo, estaban apunto de crear un hito heróico en el mundo del costal en Ciudad Real. La procesión fue un éxito, estos jóvenes pelearon como leones debajo del paso y consiguieron demostrar que las ruedas no era la solución para los pasos.

Esta fue la Primera cuadrilla de aficionados en Ciudad Real:

Capataz: José María Abenza Corral.

Costaleros: Francisco Violero, Carlos López, Juan González Villén, Fernando Antequera Giner, Vicente Oliva, Alejandro Alcañiz, Guillermo Ramírez, Marcelino Abenza Corral, Ángel Calvillo, José Luis Vázquez, Manuel Collado, Juan Antonio Cantos, Luis Enrique López Moreno, Francisco Peña, Luis Ramírez, Ángel Mora, Gregorio de la Peña, Conrado Carretero, Rafael López León, Francisco García, Arturo Puig, Ángel Vera, Miguel Víctor, Fernando Arévalo Ruiz, Francisco Holgado, José Luis Ruiz Muñoz, Carlos Robledo, Félix Rubio, Carlos Ortega, Ramón Ramírez de Verger, Luis Enrique Fernández Balbuena, Ramón Yébenes, José Ramón Díez, Javier Ruiz Abad.