Como no podia ser de otra manera fué Solemne la misa, Solemne la ceremonia, Solemne la música que acompañó la celebración, Solemne la entrada con su procesión claustral, Solemne el oficiante y concelebrantes, y de categoria, no solo personal y humana sino tambien en su oratoria, Solemne el acontecimiento en definitiva que era de lo que se trataba y Solemne y de enjundia el altar para la ocasión, con mucho gusto.
Fotografías: Manuel Gutiérrez Aragón
Y sobretodo insultantemente guapa la Reina del Consuelo, y Majestuoso el Jefe Bueno, el hombre que da sentido a todo esto y el Dios que te cautiva con su mirada y te hace sentir pequeño a su lado.
Gracias por XXV años de como queramos llamarlo, y perdón y fuerzas te pedimos para estar a tu vera otros XXV o los que Tu quieras.
Solemnes y majestuosos.
No hay comentarios :
Publicar un comentario