Ya todo ha comenzado, sin querer
darnos cuenta el ritual se ha iniciado, con la ceniza sobre nuestra frente,-
polvo eres y en polvo te convertirás, conviértete y cree en el Evangelio-, el
tiempo comienza a contarse hacia atrás, y nuestras vidas giran en torno a lo
que ha de venir, lo que está por llegar.
La cuaresma se cierne como esa
gran noche de Jueves Santo en el que la Esperanza dará paso a la muerte, es
esa noche ampliada en cuarenta días y
cuarenta noches, con el rugir morado del
tiempo antes de que llegue el negro de una mañana, en la que todo se habrá acabado.
Cuaresma también es gozo de vivir
lo soñado, es gozo de verte recompensado, con la Vida misma que Resucita cuando
todo crees que no va a ser y será. Cuaresma es espera, es reflexión, es preparación
a la Vida. Es un crisol donde todo cabe, la Espera, la Vida, la Muerte, la
Resurrección…. y todo lo que en esa cabeza cofrade tiene metido a lo largo de
un año, y que ahora ha de disfrutar, gozar, vivir, pensar…
Cuaresma, ¿has llegado?, pues acomódate
que los días pasan sin que nos demos cuenta de tu presencia, haznos disfrutar
de tu tiempo, sírvenos para meditar, repásanos
nuestras mentes y haz que todo brote como primavera anticipada.
La noche es larga, la penumbra
densa, casi anisacea, que imagen más bonita, te cojo prestada, no nos hagas
despertar aun, perdura en nuestras casas, haz de estos cuarenta días la noche más
larga de una madrugada eterna.
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