No sabía muy bien cuando era la fecha, pero se que era para cuando las flores se marchitan en cuanto las cortas. No sabía la fecha, pero creo haber encontrado la pista que seguía, y tras la pista estabas tú, al que aún te debía unas palabras.
Porque se qué por estas fechas, celebrabas tu cumpleaños, ese tan especial que viviste, ese donde casi rozaste el Dolor de un barrio que no está en un Cerro, sino más alto, y en el que nos dejaste hace ya algunos días, semanas, meses... Un Dolor que te dio la vida de nuevo y nos dejo el Consuelo de poderte disfrutar durante mucho tiempo después, aunque se me antoja que ese tiempo ha sido muy corto, cortisimo. Durante estos años te conocí mejor, aprendí de tus vivencias, de tus recuerdos, pero sobretodo, disfrute contigo las pasiones que nos unían, que eran unas pocas.
Ahora se te echa de menos, se te añora, y se te llora, pero no se te olvida. Sigues no en nuestra memoria, que también, no en nuestras vivencias, sino en muchas de nuestras cosas, en nuestras cofradías, en nuestro arte de torear, en ese fútbol pupas que te hacia vibrar cada domingo....
Sigues y seguirás porque los grandes nunca se van, permanecen vivos, presentes con su legado, con su trabajo, con su dedicación y esfuerzo...
Abre una ventana ahí arriba y asomate todos los días para ver que no te has ido, que somos muchos los que sabemos de tu presencia en días como hoy o con noticias como la que hace tan sólo unos pocos días recibíamos.
Olé los tíos grandes, olé Juan Carlos.
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