viernes, 22 de febrero de 2008

La vida es una semana

Pues sí, es verdad, la vida es una semana, y esta no es otra que la Semana Santa, días en que uno se siente bien, feliz, olvidándose de todo lo cotidiano y solo pensando en lo que está viviendo.

Todo empezará un Domingo de Ramos, cuando sobre las 12.45 pm asome por el dintel de la puerta lateral de la Iglesia de San Sebastián, sita en el barrio del Porvenir, la Cruz de Guía de la Hermandad de la Paz, y tras ella vendrán altos capillos blancos que servirán de precedente a los ciriales, a continuación saldrá el paso del Señor de la Victoria con los cuerpos de sus "legionarios del porvenir" a tierra, y la voz de Antonio Santiago hará eco en todo el barrio, y por fin sonará el anuncio del Himno Nacional. Por fín señores, por fín será Semana Santa, el primer paso estará en la calle, ahora solo tocará disfrutar de estos maravillosos días.

Pero si espero un día de modo especial durante un año entero ese es el Miércoles Santo. Un nuevo Miercoles Santo igual, pero distinto al anterior. Mi Hermandad sale a las calles de Ciudad Real. Cada Miércoles Santo salgo con la misma ilusión -porque mayor es imposible- que la primera vez que tuve la oportunidad de llenar de Bondad mi ciudad. Por Ti vivo y por Ti muero, pero no me lleves aún contigo. Déjame disfrutar de tu majestuoso paso, seguir bajo tus trabajaderas, para poder seguir inundando Ciudad Real de tu Bondad infinita.

Este año solo te pido una cosa, nada especial porque lo hago todos los años, sólo espero que este año pongas especial mimo en intentar conseguirlo: "Tiñe el cielo de azul, que el sol brille en su máximo esplendor y las nubes lo hagan también, pero por su ausencia, y podamos al fin disfrutar de esa semana que ansiados esperamos un largo año".

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