Llegó el primer viernes de cuaresma, el primer viernes de
penitencia, de silencio del desierto ante las tentaciones mundanas, el de la víspera
del viacrucis soñado.
Viacrucis,
parsimonioso, esperado, deseado, anhelado, pero sobretodo necesario,
porque siempre es necesario dar testimonio publico de nuestra fe, que sirva
para remover alguna conciencia, que nos haga parar a pensar a los que nos
denominamos cofrades que también nosotros nos debemos preparar para la Pascua
de Resurreción, que debemos de ser conscientes de la Pasion Muerte y
Resurreccion de Ntro. Jefe en la Tierra y en el Cielo, y del gran Misterio
Pascual que se celebrara en nuestra ansiada Semana Santa.
Por ello desde estas líneas dar la enhorabuena a la
hermandad del Santisimo Cristo de la Caridad, por su aniversario y por el
maravilloso acto que tendrá lugar mañana por las calles de la feligresía de la
parroquia de Santiago.
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