Te esperábamos, pasa. No te
marches, acomódate, no quieras irte, si aún no te hemos vivido. Deja que te
gocemos y podamos paladear cada momento,
déjanos disfrutar de tu aura melancólica cuasi mortecina, de reflexión y
esperanza. Siéntate, deja que charlemos
contigo, de tus cosas, que hace mucho que te esperábamos, y sin embargo
presiento que ya te has ido.
Todo se hace ceniza, penumbra y a
la vez se intuye la luz, una luz radiante que en solo cuarenta noches nos hará
temblar, sudar sangre si fuera preciso, sumidos en un mar de nervios en que se
convierte la corta y ansiada espera.
Pasa y siéntate haznos disfrutar
de las vísperas, de sus cultos, de viacrucis insólitos, ansiados en cada una de
nuestras parroquias por cofrades que no solo se quedan en lo estético sino en
lo que significa tu caminar por un trecho tan lleno de pasión, déjanos verles de cerca, sintiendo Sus manos
apretadas y amarradas cerca de nuestros labios temblorosos. Pasa sin prisa que
podamos regodearnos en la contemplación cercana de Dios hecho Hombre y de su
Divina Madre, de sus ropajes que recuerdan a una mujer que se echa andar tras
de su Hijo por la calle de la Amargura. Déjanos que saquemos sin prisa nuestra
ropa de gala con la que acompañarte en la tarde de Tu salida a la calle.
Quédate quieta, ahí, en la calle
viendo pasar capirotes que se pasean por las aceras metidos en bolsas y que nos
hacen soñar, o en esas mismas calles que se llenan de costaleros ensayando el
que ha de ser tu paso triunfal por nuestra ciudad. Quédate ahí esperando el
traslado de Nuestros Titulares camino del que será un templo “cochambroso”.
Quédate no te marches, que son
solo cuarenta días con sus cuarenta noches.
Palabras con ese suave y fino regusto que tú sueles dejar en lo que haces, en lo que escribes, bendita cuaresma arrullada por palabras como estas.
ResponderEliminarGracias por perlas como estas.
Saludos.
Muchas gracias, pero sin duda es mas el cariño con el que las lees, y lo que anhelas al leerlas que en si lo que pueden expresar. Ademas yo solo tengo momentos muy de tarde en tarde, tu sin embargo lo haces casi a diario.
ResponderEliminarMe gusta esa manera de escribir. Enhorabuena
ResponderEliminarManuel, como si estuvieramos jugando al tenis, ahora te devuelvo la pelota... Capturar el tiempo. Gracias.
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