Aquellos Viernes Santo de mi infancia, aquellos Viernes Santo de tradición Cofrade, aquellos Viernes Santo que se esperaban casi con la ilusión de la mañana del 6 de Enero. Así los recuerdo yo, imborrable de mi memoria; mi padre vistiendo el traje negro, ajustándose la corbata enlutada en el espejo con premura y casi con malas maneras, producto de los nervios que traen la responsabilidad, recriminando a mi madre que tenia alguna arruga la camisa. "¡¡¡Vamos, venga!!!, ¡¡¡Que yo me voy!!!... ¡¡¡Que he citado a la gente a las cinco y mira la hora que llevo!!!"
Normal aquellas prisas, en el pasaje de la calle General Rey, en el bar las "tres rejas" le esperaba una cuadrilla que nunca debería haber dejado de ser la mejor y que nunca debería haber dejado de pasear a la Virgen de los Dolores como por aquel entonces se hacía. A mi, mientras, mi madre me ceñía el cordón a la cintura, frunciendo la blanca túnica con botones negros cambiados hasta por tres veces antes del Viernes Santo; el Domingo de Ramos azules para escoltar con las infantiles palmas al Rey de Reyes, el Miércoles Santo de color grana para incensar a la que hoy por hoy es la cara que veo de la Virgen cuando le rezo, ese Consuelo que tan mio lo siento y a veces creo que me lo roban sin que me de cuenta.
Y yo de la mano de mi Madre, camino para la Catedral por esas calles de Viernes Santo, que como el día del Corpus, yo creo que huelen de otra manera.
Muchas Gracias Javier, por esta foto que tan dulces y evocadores recuerdos han traído a mi memoria...
Fotografía: Archivo Fotográfico de la Familia Regaña Ballester
sin duda, otra semana santa totalmente diferente a la que hoy se vive, en la que se salia con la ilusión de acompañar a tu bendita imagen, y no como la que ahora nos toca vivir en la que se sale con mas miedo, por sanciones, criticas destructivas, dimes,diretes y demas chinchorreos de corralas de vecinas, que realmente a lo que en verdad se va a una estacion de penitencia...
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