Y es que... desde el exilio, sólo es posible mirarte a través de las refracciones de un cristal, que provocan en mi mil reflexiones, el dolor es menos dolor si queda plasmado para luego aliviar mi pena...
Ay, Consuelo,
razón de mis desvelos,
que yo así no lo quise,
pero grande ha sido el anhelo
Fotografía: Ernesto NaranjoReservados todos los derechos de autor. Prohibida su reproducción sin consentimiento del propio autor.
No hay comentarios :
Publicar un comentario