La de Écija fue una tarde de sentimiento...
...llena de pureza, de las de citar dando el pecho...
...llegando a embeber al burel en la muleta, recetándole soberbios naturales.
Hasta los mejores fotógrafos (Maurice Berho) se quedaban sorprendidos de las fotografías que habían logrado capturar.
Enfervorecida vuelta al ruedo, con el regalo de un pavo.
Prólogo por Verónicas de su segunda faena, mejor aún que la primera.
Comenzó con embrujo por la mano derecha...
...siempre saliendo en torero de la cara del toro.
Se echó las telas a la mano izquierda consiguiendo varios naturales de bello trazo.
Sintiéndose toda la tarde.
El Maestro volvió a echarse los engaños a la mano derecha, a desmayar sus muñecas...
...pero siempre con mando...
...y rematando el muletazo bien detrás de la cadera.
El fallo con los aceros le privó de las dos orejas.
Después de haber visto torear así nos sobraba todo.
En su último toro, puso banderillas. La luz nos impidió inmortalizar los muletazos que le llevaron a cortar dos orejas y un rabo. En definitiva una tarde redonda para un genio que día a día se supera más y más.
martes, 16 de septiembre de 2008
LA OBRA MAESTRA, EN ASTIGI
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