Llevo un tiempo dándole vueltas a mi forma de ver las cofradías, porque para mi las cofradías son parte esencial de mi vida diaria (algunos me tachan de loco). Estoy dándole vueltas a mi idea de ser cofrade, y sobre todo de lo que supone sentirse cofrade en esta nuestra ciudad.
Y el otro día conversando con un buen amigo, de los que uno se siente orgulloso de su amistad, me dio una visión, quizás, mas real de la que tenemos los que estamos metidos en este mundo, de lo que suponen las cofradías para la sociedad y la iglesia de Ciudad Real, y la verdad que su opinión me hizo ver otras posturas, que sin ser contrarias al mundo cofrade, si reflejan una realidad distinta a la que nosotros pensamos que ofrecemos. Y a colacion de esto me hizo la siguiente pregunta ¿Que aportan las cofradías a la iglesia y a la sociedad?.
Esta cuestion me hizo reflexionar sobre algo que llevaba planteándome hace un tiempo, si merece la pena todo el trabajo, el gasto económico, y el esfuerzo que supone luchar por la devoción a unos titulares. Si merece la pena, estar señalado por los altos estamentos eclesiásticos como algo inútil, solo somos un estorbo para la iglesia. Si merece la pena ver como algo tan grande como las cofradías, es menospreciado por una ciudad que solo sabe de ellas a partir del Domingo de Pasión, cuando los hermanos no acuden a los actos de su propia Hermandad, ni siquiera a los cultos de sus imagenes (los que tienen la suerte de tener sus imagenes en la iglesia), el principal fin de una hermandad junto a la caridad. Cuando se critica el trabajo de las juntas, sin aportar nada y sin trabajar codo con codo con ellas. Cuando entre las hermandades existe ciertas rivalidades, que incluso cuando alguna tiene dificultades, crea en otras un estado de satisfacción y alegría. Y que otras basan su crecimiento en el ataque directo hacia otras, creando un espíritu de enfrentamiento.
Este pasado lunes, sin querer me respondieron a una de las cuestiones que mi buen amigo me planteo, ¿Que aportamos las cofradias a la iglesia?. Fue en la visita que un grupo de cofrades de la Flagelación (su valiente junta de gobierno) hicimos a nuestro obispo, para presentarle los actos del XXV aniversario de la fundación de nuestra Hermandad, con la idea de finalizar estos actos con una salida extraordinaria. La reunión no fue nada provechosa, y la verdad que la negativa o mejor dicho, el desaconsejar esta salida extraordinaria, es decir negarla, no es lo que mas me hizo pensar, sino el concepto que tiene nuestra máximo representante de la iglesia de las cofradías, es decir, las cofradías en la iglesia casi que sobran, no aportamos nada al criterio de la cúpula eclesiástica de Ciudad Real, y por supuesto somos nada mas que molestias para algunos párrocos. (Esto ya es añadido mio, aunque todos sabemos que esto es cierto).
Por lo que creo que algo se esta haciendo mal por parte de unos y de otros. Quizás por parte de la cofradías la no vinculación a las parroquias, la falta de compromiso con nuestra iglesia, tener abandonado algo tan importante como la caridad, y no aportar nada económicamente a nuestra diócesis marcan parte de estas, por llamarla de alguna manera diferencias (Al dia de hoy parece que insalvables). Pero por otro lado, la cúpula de la iglesia de Ciudad Real no cede en ningún momento, no deja ni un pequeño margen de maniobra, no da ni una sola señal para el acercamiento, ni para poder llegar a una mejor relación. No son buenos tiempos para el catolicismo, muchos jóvenes no se integran, ni se atreven a declararse católicos practicantes, sin embargo si existe mucha juventud en las cofradías, que quizás con una formación bien dirigida pueda ser fruto de una pequeña recuperación de nuestra seña católica, los cofrades, no nos escondemos de decir que somos cofrades, por lo tanto católicos (Aunque algunos no lo crean). Los cofrades con inquietudes nos encontramos un poco perdidos, porque no sabemos hacia donde ir para seguir las directrices marcadas, porque todo lo que hacemos esta mal, porque no sirve para nada, todo son pegas. Se hace formación, si, pero no se concreta, porque no tiene finalidad para nuestros máximos representantes.
Pero quisiera llegar mas allá, quiero analizar un punto que pocos nos paramos a pensar, y es el tema de la caridad. Las hermandades tienen abandonado este tema, por no saber que es un fin principal de la Hermandad y sobre todo, porque no hay economía suficiente para atender los gastos de las Hermandades y luego atender a la caridad. Si este sentido nos hiciésemos fuertes, con aportaciones económicas, aportaciones sociales ... etc. Puede ser que algunos nos mirasen con unos ojos distintos, pero me temo que no serviría de nada para los estamentos eclesiasticos, porque, como ya se nos dijo, eso son cosas para justificarnos. Pero, sin embargo, puede que sea lo que debamos aportar a la sociedad. Quizas, esta sea la respuesta a la segunda cuestion planteada.
Finalmente después de tanto cavilar, tengo la certeza de que mi sentir cofrade al final valdrá para algo, quizás para educar a mis hijos en la fe Cristina, para educar a mis hijos en el catolicismo, enseñándoles el amor a la virgen (A mi querida virgen del Consuelo) y a Jesús (a mi Jesús de la Bondad). Por lo menos para proclamar y propagar mi fe en todos los sitios en mi matrimonio, con los amigos e incluso con los enemigos (que no se si los tengo). ¿Que otra cosa nos queda?.
Por eso cuando llegue cada maravilloso miércoles santo y mi hermandad esté en la calle, me sentiré orgulloso de decir publicamente que soy cofrade y católico.
Fdo. José María Pastor Muñoz (Cofrade_Flamenco)
Enhorabuena Pastor,muy bueno el articulo,creo que todos los cofrades de Ciudad Real o al menos en su mayoria nos hemos hecho alguna vez esa pregunta,si llegar a ninguna respuesta,bueno si,de nada serviría.Para nuestras representaciones eclesiásticas o en su gran parte los titulares de la hermandades son simples estatuas de madera que salen a la calle un dia determinado en semana santa,con esos pensamientos mas típicos de un cateto de pueblo que de una persona de la Iglesia,no vamos a ningún sitio.Asi que entre todos los cofrades de Ciudad Real podemos hacer algo para que nos den un poco de manga ancha nuestros eclesiasticos,algo se podra hacer.un abrazo
ResponderEliminarole
ResponderEliminarEstimado José María:
ResponderEliminarEstupenda y enriquecedora reflexión y mejor conclusión has expuesto en este post. Yo soy otro que se ha preguntado lo mismo, en este caso de Sevilla y, como supongo sabrás, aquí las cofradías son y tienen bastante fuerza y aun así, hay dificultades con los estamentos eclesiásticos. Pasa en las mejores familias. Lo único que, si me permites, quiero añadirte a tu reflexión es que debemos diferenciar lo que es hermandad cristiana de hermandad cofrade. Hay de todo pero creo que, la mayoría son hermandades cofrades. Pensamos más en pasear imágenes (que ya es grandioso) que en alimentar de valores cristiano a la sociedad de hoy en día. Aun así, es de vital importancia, acercar a la gente la imágen de Dios y su Madre de la manera que lo hacen las cofradía.
Tu conclusión, por donde tu te mueves, seguramente se encuentre en los orígenes de acercar posturas. Ten esperanza que poco a poco, dia a dia, se irán aproximando. Solo se pierde cuando se deja de luchar.