Estamos en época de crisis y en el mundo de las cofradías ésta lleva años asentada, madurando y sin que nadie por el momento le ponga remedio. Es como si la gestión destructora del muchacho que mora en la Moncloa hubiese permeabilizado hasta lo más profundo de nuestras hermandades, pero no en el terreno económico sino en el del la desmesura, lo hortera, lo kitsch, e incluso, me atrevería a decir, que hasta en el de la irreverencia. Ahora nos encontramos en un periodo de vulgarización de lo bello, y esa vulgarización se pone muy en evidencia cuando «levantamos el faldón». ¿De dónde vendrá esa moda que está convirtiendo a algunos costaleros en un icono de gimnasios o tribus urbanas? Sólo tenemos que darnos una vuelta por algunos de los ensayos para comprobarlo. Costales calados hasta la mitad del tabique nasal que hacen imposible la visión, teniendo el individuo que echar la cabeza tan hacia atrás para ver que podría producirle una lesión cervical más grave que si estuviese debajo del paso. Pantalones remangados hasta la rodilla como si estuviesen faenando arroz en el bajo Guadalquivir. Andares amenazadores (cuando salen del trabajo) al estilo hermanos Dalton en el oeste americano. Camisetas de tirantas con «agujeritos», de tallas pequeñas para resaltar, en el mejor de los casos, alguna que otra barriga cervecera. Costales multicolor, y una nueva jerga que nunca se ha escuchado de respiradero hacia abajo. Pero lo que me parece más significativo es el poder que tienen, o dicen tener, en el ámbito de la cuadrilla y la hermandad. Ellos se sienten semidioses por el trabajo que hacen. Son idolatrados por una cohorte de pelotas y aduladores y se permiten poner en jaque a alguna que otra junta de gobierno. Yo no estoy pidiendo una uniformidad generalizada pero tampoco un campeonato cutre de halterofilia, ni un exhibicionismo de baja estofa. ¡Cuanto ha cambiado la gente de abajo desde aquella primavera del 85 en la que me igualó «El Penitente»! En fin, estamos en crisis, ya lo sabemos, pero la de falta de valores, buenas maneras y educación es más dañina, si cabe, que la económica que estamos padeciendo.
Artículo: Ricardo Suárez, Periódico ABC
Es la misma crisis que se esta sufriendo con las juntas de gobierno, hermanos mayores, capataces, etc...etc. La gente que se movía en las cofradias por los años 80 no eran supertodo, pero lo hacían todo con cariño y entrega y ahora si no tenemos un prioste que baje a los cultos de tal o cual hermandad ya estan los claveles torcidos o como dice un erudito cofrade: "los retoños son mejores que lo pasado"
ResponderEliminarY asi nos va.
Maravilloso el articulo!
ResponderEliminarNo si este estrá en crisis tambien, porque le eligieron en el Consejo para hacer el cartel de la Semana Santa de Sevilla y se nego porque no le pagaban.....
ResponderEliminarNo se si estara en crisis o no, pero el articulo lo firmo yo en cualquier sitio y a cualquier hora, porque lleva mas razon que un santo.
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