Resulta que dice Mateo Domingo González, delegado del Miércoles Santo, ex hermano mayor de San Gonzalo, padre de una compañera de clase y familiar de compañeros costaleros, que soy "cortito de mente" porque me meto debajo de los pasos por afición.
Ahora soy cortito de mente cuando hace treinta años no existía otra figura que ésta y que encima cobraba. Ahora, ahora que las casas de hermandad se llenan más que nunca en las igualás y ensayos, ahora que constituyo un filón económico ejemplificado en cuotas y un grano en el culo en los cabildos, ahora que estoy en un disparadero al que nunca he querido acceder, inmerso en una espiral a la que he entrado obligado por el desconocimiento, alentado por el desamor a un oficio y empujado por el interés (te quiero Andrés).
Cortito de mente, y tonto por lo visto también, como mi hermano, como el Álex, como el Coletas, como el Jerez, como Rubén, como el Leo, como el Jordi, como el Salva, como Andrés, como el Chipi, como el Nino, como el Peloy, como el Kamaxito, como el Joseles, como Paquito Reguera, como Manolito Ruiz, como el Mofletes, como Carlos Felipe, como Javi Alonso, como Javilín, como Curro Santiago, como Alfredito, como Infante, como Aguilar, como Portillo, como Corrales, como Gonzalito, como Isaías, como el Isra, como Falito Palacios, como Pedrito Avendaño, como Borrego/Borrero/Barrera/Barrero, como Miguel Ángel Oliver, como Carlitos Puelles, como el Chetos, como el Popi de Cádiz, como Joselito Algeciras, como Ezequiel de Jerez, como Carlitos Puya, como Jesús de Lucena, como Vicente Nieto, como Joaquinito Rosa, como Juanca Palomino, como Dani Escalera, como Gordillo, como el Madriles, como el pregonero Enrique Henares e hijo, como Gonzalito, como el Kachi, como el Kiki, como José el Patillas, como José el Rubio, como el Quino, como Gonzalo Gallas, como Pulido, como Sanféliz, como Nono Palacios, como Pablito Velasco, como Luisito el de Moguer, como Joaquín Rivas, como Alberto Tagua, como el Mairena, como Manolito Rivas, como Enriquito el de Motril, como Sergio Zancajo, como Miguelito patillas, como Ernesto Naranjo, como Raúl Mestre, como el Coke de Ceuta, como el Txomin y hermano, como Rincón de Jerez, como el Cupi, como Tomás Sampalo, como José Ignacio Segura, como Óscar Lopez, como José Miguel, como el King Kong... y como tantísimos otros que conozco y que no que se meten debajo de los pasos sólo por a utopía de la devoción.
Pues Mateo, con todos estos cortitos de mente voy yo, debajo de un paso o fuera de él, hasta el fin del mundo a dignificar el oficio que gente como tú y otros que, gracias a Dios, no ocupan puestos de tan alta responsabilidad como el tuyo tratais día tras día de exterminar.
Si alguna vez llega ese día, veremos a ver como cambia el discurso.
Texto: Basilio García (Kiski), extraído de su blog "Entre Triana y Almería"
Ahora soy cortito de mente cuando hace treinta años no existía otra figura que ésta y que encima cobraba. Ahora, ahora que las casas de hermandad se llenan más que nunca en las igualás y ensayos, ahora que constituyo un filón económico ejemplificado en cuotas y un grano en el culo en los cabildos, ahora que estoy en un disparadero al que nunca he querido acceder, inmerso en una espiral a la que he entrado obligado por el desconocimiento, alentado por el desamor a un oficio y empujado por el interés (te quiero Andrés).
Cortito de mente, y tonto por lo visto también, como mi hermano, como el Álex, como el Coletas, como el Jerez, como Rubén, como el Leo, como el Jordi, como el Salva, como Andrés, como el Chipi, como el Nino, como el Peloy, como el Kamaxito, como el Joseles, como Paquito Reguera, como Manolito Ruiz, como el Mofletes, como Carlos Felipe, como Javi Alonso, como Javilín, como Curro Santiago, como Alfredito, como Infante, como Aguilar, como Portillo, como Corrales, como Gonzalito, como Isaías, como el Isra, como Falito Palacios, como Pedrito Avendaño, como Borrego/Borrero/Barrera/Barrero, como Miguel Ángel Oliver, como Carlitos Puelles, como el Chetos, como el Popi de Cádiz, como Joselito Algeciras, como Ezequiel de Jerez, como Carlitos Puya, como Jesús de Lucena, como Vicente Nieto, como Joaquinito Rosa, como Juanca Palomino, como Dani Escalera, como Gordillo, como el Madriles, como el pregonero Enrique Henares e hijo, como Gonzalito, como el Kachi, como el Kiki, como José el Patillas, como José el Rubio, como el Quino, como Gonzalo Gallas, como Pulido, como Sanféliz, como Nono Palacios, como Pablito Velasco, como Luisito el de Moguer, como Joaquín Rivas, como Alberto Tagua, como el Mairena, como Manolito Rivas, como Enriquito el de Motril, como Sergio Zancajo, como Miguelito patillas, como Ernesto Naranjo, como Raúl Mestre, como el Coke de Ceuta, como el Txomin y hermano, como Rincón de Jerez, como el Cupi, como Tomás Sampalo, como José Ignacio Segura, como Óscar Lopez, como José Miguel, como el King Kong... y como tantísimos otros que conozco y que no que se meten debajo de los pasos sólo por a utopía de la devoción.
Pues Mateo, con todos estos cortitos de mente voy yo, debajo de un paso o fuera de él, hasta el fin del mundo a dignificar el oficio que gente como tú y otros que, gracias a Dios, no ocupan puestos de tan alta responsabilidad como el tuyo tratais día tras día de exterminar.
Si alguna vez llega ese día, veremos a ver como cambia el discurso.
Texto: Basilio García (Kiski), extraído de su blog "Entre Triana y Almería"
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