Perera toreando con la diestra a su segundo enemigo.
LA FICHA
- Ganadería Sánchez Arjona: Corrida con toros excesivamente terciados. Todos ellos con impresentables cabezas y muy faltos de casta en líneas generales.
- David Fandila "El Fandi": (Carmesí y Oro)
Palmitas y Oreja.
- Miguel Ángel Perera: (Berenjena y Oro)
División de Opiniones y Oreja.
- Alejandro Talavante: (Berenjena y Oro)
Silencio en ambos.
Hablábamos, hace apróximadamente un mes, con un torero figura desde hace varios años y presente en prácticamente en todas las ferias, y nos comentaba que "el público no es que sea bueno, es que es santo", y ahora después de haber presenciado lo que ocurrió en la corrida de feria de Almagro, le damos toda la razón.
Considerando que el precio medio de una entrada de sombra era de unos sesenta euros y tragarse, prácticamente sin protestar, lo que se tragó ayer el público almagreño, si no es santo, por lo menos está muy cerca de la beatificación.
Una impresentable corrida de Almagro con toros tan excesivamente terciados que, difícilmente, hubiesen colado, por su falta de trapío, como novillos en cualquier Plaza de Toros. Para colmo, casi todos faltos de casta, llegándose más de uno a echar tras recibir una serie de muletazos. Otros tras su encuentro con las monturas, volvían grupas y se dirigían directamente a terreno de chiqueros. Pero por si fuera poco, algunos negaban embestir convirtiendo la tarde en anodína e insípida. pero no queda ahí la cosa. Los matadores estuvieron más inhibidos de lo que fuera deseable. Tan sólo "El Fandi" divirtió a sus incondicionales, que no a los que llevamos ya ocho "Fandis" a nuestras costillas.
En su primer toro, tras el ya consabido y previsible par "al violín", comenzó la faena en el tercio ante un toro que, más que embestir, andaba. Era tal la falta de emoción y el aburrimiento que sobrevolaba por la Plaza de Toros de almagro, que el granaíno se permitió el lujo de mandar tocar a la banda, pero aquello no levantó vuelo. Mató de dos pinchazos y tres descabellos y, tras pitar al toro en el arrastre, se tributó al diestro "palmitas" de consolación. En el cuarto de la tarde, clavó las rodillas en la arena para recibirlo con una larga cambiada en el tercio. Reeditó el show de las banderillas con la variante del par de la moviola y terminar corriendo delante del toro, pero hacia atrás, hasta que consiguió pararlo con un sombrero que llevaba en la mano derecha. Las palmas echaban humo. Fue el momento álgido de la tarde. Después de instrumentar unos insípidos muletazos, mató de pinchazo y estocada y recibió de regalo una oreja.
Miguel Ángel Perera tampoco fue un ejemplo de entusiasmo. En su primero, que se rajó nada más entrar al caballo, construyó una faena sosa, deslabazada en la que los muletazos eran fríos, despegados, con el pico de la muleta, sin que se acoplase en ningún momento, el extremeño. Mató de estocada casi entera. Fue pitado el toro en el arrastre y el matador obtuvo división de opiniones. En el quinto, que tenía todo el aspecto de un novillete, logró algún muletazo templado con la diestra. Se vino el "torillo" a arriba y comenzó a embestir con algo más de son. Miguel Ángel, acabó acoplándose a la "movidilla" embestida y llegó a obtener del respetable alguna sonora ovación tras alguna serie templada bajando la mano con cierta hondura. Acabó toreando de cara a la galería mediante manoletinas y circulares. Mató de un indecente bajonazo y recibió el regalo de una oreja, siendo pitado por alguno en la vuelta al ruedo.
Talavante logró lo más lucido de sus faenas con la mano izquierda en el último toro.Alejandro Talavante recibió a su primero mediante verónicas a pies juntos. O sea, "largando tela". La faena, yo diría como la tónica de toda su labor, fue una sucesión de enganchones, pero eso sí, quedándose muy quieto. Como el toro se negó a embestir y no tenía presencia ninguna, convirtió Alejandro aquello en un auténtico aburrimiento. En el que cerró Plaza, más de lo mismo, acabó aburriendo al personal y sonaron varios pitos para que abreviase, sonando la música de forma injustificada. Mató de pinchazo y media estocada saliéndose de la suerte. Silencio.
Y esta fue la historia de una corrida que queremos olvidar cuanto antes con un público "Beato".
Crónica: Juan Carlos Naranjo.
Fotografías: Ernesto Naranjo.
Juan Carlos
ResponderEliminarEnhorabuena por tu reseña sobrelacorrida de Almagro. Despues de bucear por la web buscando info es lomejor que he encontrado incluyendo la prensa oficial. ¡Que lastima de plaza¡ Con lo que ha sido. Esperemos que sólo sea un mal paréntesis aunque no veo la afición almagreña ni su ayuntamiento como para florituras a la hora de exigir a la empresa. Saludos
Carrizal