Ayer le deseaba suerte y hoy le vengo a pedir perdón, pues no pensaba con mis palabras haberle causado tanto dolor, aunque jura el pregonero, que no miente, que no era mi voz la que hiciera que un buen rato de esas y otras palabras se dedicara a hablar, un buen rato en su pregón.
Pero no se tiene por tonto el que escribe y por ello pido perdón, aunque sigo pensando lo mismo que hizo que tanto se hablara hasta en su presentación, desaprovechando la tribuna que tenia para haber hablado largo y bueno de mi hermandad de la flagelación, y es que salvando aquel el pedazo en el que Consuelo pidió a "su Manuel" poco o nada me dijo, de una cofradía en la calle salvo por el recorrido por donde pasó el año pasado como nazareno y en septiembre presidiendo la corporación.
Perdón señor pregonero, perdón si tanto le ofendió, no le eche mas leña al fuego, que no es propio de su condición.
CONSUELO PARA MARIO QUE ES LO ÚNICO QUE ME LLEGÓ, Y PARA LO QUE TAMBIÉN SUMO MI VOZ
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