Fracasado el alzamiento nacional en la provincia de Jaén, se trasladaron cientos de familiares de la Guardia Civil al Santuario de la Virgen de la Cabeza de Andújar (Jaén) a mediados de agosto de 1936. Su propósito era esperar el final de la contienda o la liberación prometida por los guardias civiles de la comandancia que habían sido destinados al frente republicano y que sistemáticamente se fueron pasaron al bando nacional.
Conforme se desvanecía la esperanza de la ansiada liberación, aumentaba el interés del ejército del Frente Popular por la posición debido a su intención de explotar su conquista con fines propagandísticos. La defensa del santuario duró más de ocho meses bajo las órdenes del capitán Cortés, cayendo finalmente el 1º de mayo de 1937 después de numerosos combates y acciones heroicas del personal civil y militar asediado.
Conforme se desvanecía la esperanza de la ansiada liberación, aumentaba el interés del ejército del Frente Popular por la posición debido a su intención de explotar su conquista con fines propagandísticos. La defensa del santuario duró más de ocho meses bajo las órdenes del capitán Cortés, cayendo finalmente el 1º de mayo de 1937 después de numerosos combates y acciones heroicas del personal civil y militar asediado.
Uno de los monumentos referentes a la contienda es el que se encuentra a un lado de la calzada en su tramo final. Éste está coronado por un águila con el escudo de la Guardia Civil entre sus garras. En la parte central, se encuentran narrados los hechos vividos en el Santuario durante el asedio.
Fotografía: Marcelino Abenza
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